El juzgado de lo Social de Mieres ha decretado el despido nulo de una trabajadora acusada de robar en una residencia de la tercera edad de Langreo en la que trabajaba al considerar que firmó bajo la baja voluntaria «bajo coacción» tras la falsa acusación de robo. Esta mujer deberá ser readmitida de inmediato y, además, la empresa está obligada a abonarle los salarios que dejó de percibir y a pagar una multa de 600 euros. Contra esta sentencia cabe recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
De acuerdo al fallo judicial, la mujer llevaba empleada en la residencia desde febrero de 2008. El 18 de septiembre de 2014, la trabajadora fue llamada por el director de la residencia a su despacho, quien, acompañado del gerente del negocio, la acusó de haber robado dinero a uno de los residentes.
DENUNCIA O DEJAR EL PUESTO
Así, le dieron a elegir entre firmar la baja voluntaria o ser denunciada a la Policía, tras indicarle que la cámara de seguridad la había grabado entrando en la habitación.
Pese a que ella negó los hechos y alegó que era normal, por el trabajo que desempeñaba, que entrara en la habitación de los residentes, la insistencia de sus jefes, que llegaron a hacer un amago de llamada a la Policía, la puso nerviosa y, tras irse abajo moralmente, firmó la baja voluntaria.
Publicado en ElComercio de Asturias