La regulación de los incentivos para el contrato a tiempo parcial con vinculación formativa, el nombre técnico de los conocidos como minijobs, ha establecido, quizá sin pretenderlo, un poderoso estímulo para que las empresas sustituyan sus actuales y plantillas de trabajadores a tiempo completo por jóvenes y más baratos empleados a tiempo parcial.
El Gobierno ha decidido no considerar los despidos objetivos (por causas económicas o de circunstancias de la producción) como reducción de plantilla a efectos de esta ley. A efectos prácticos, esto significa que una empresa podrá hacer un ERE y cobrar a la vez las ayudas económicas previstas para la suscripción de minijobs (entre el 75% y el 100% de las cotizaciones a la Seguridad Social), ya que la ley no entenderá que se ha incumplido el requisito de mantenimiento de la plantilla que se establece para la percepción de las bonificaciones.