Negocia la venta de 300 oficinas de su red a extranjeros dentro de un plan continuación del llevado a cabo a lo largo de 2011 por el anterior equipo de Rodrigo Rato, y que supuso pasar de 4.000 oficinas a 3.200 y de 24.600 empleados a 20.800. Ahora José Ignacio Goirigolzarri quiere rebajar en 300 oficinas adicionales el tamaño de la red lo que supondría una reducción de plantilla de unas 1.500 personas.

Pero la idea inicial no es prejubilar a esos trabajadores, como se hizo anteriormente, o despedirlos como ocurriría ahora, sino que lo que se quiere es traspasar esa red a alguna entidad financiera extranjera interesada en su adquisición. Los potenciales compradores no son bancos españoles sino extranjeros. Al parecer existen conversaciones con entidades financieras latinoamericanas y asiáticas que desde hace tiempo buscan la oportunidad de entrar en el mercado español. Varios bancos brasileños han mostrado anteriormente interés por participar en la reestructuración del sistema financiero español como forma de conseguir entrar en Europa, donde hasta ahora no han logrado penetrar.

Los bancos chinos, alguno de los cuales ya han abierto una sucursal en España, también se muestran dispuestos a invertir en España con ciertas condiciones.