En medio de la maraña de políticas monetarias, endeudamiento y ajustes fiscales que dominan la economía mundial, el desempleo continúa siendo la principal lacra que asedia a muchos de los 188 países que supervisa el Fondo Monetario Internacional, entre ellos España.
En la actualidad, según los últimos cálculos de la institución, nuestro país ocupa el quinto puesto mundial como el país con una tasa de paro más alta, con un 22,5 por ciento, sólo superada por Grecia, Sudáfrica, Bosnia y Macedonia. Este último cuenta en estos momentos con una tasa de paro del 27,4 por ciento. El Fondo no cuenta con datos de todos los países, algunos como por ejemplo, Jordania, Madagascar, Nigeria, Georgia o Siria, no ofrecen las cifras necesarias para que la institución pueda realizar sus estimaciones.
Dicho esto, el top 10 de las economías con una mayor tasa de paro contará durante los próximos cinco años con la presencia española que irá perdiendo posiciones durante los próximos años pero se situará en la séptima posición del ranking en 2020, cuando la tasa de desempleo se sitúe en el 16,8 por ciento. Con un crecimiento estimado el 1,7 por ciento, España contará con un paro superior al de Jamaica, Croacia o Italia, entre otros.
En los próximos cinco años, el desempleo en Venezuela se postula como el líder mundial, con un 25,2 por ciento, una cifra que se duplica desde los niveles actuales que se sitúan en el 12,8 por ciento. Le seguirá de cerca Bosnia Herzgovina, con un 24,5 por ciento, Sudáfrica, con 24,1 por ciento, Macedonia, con un 23 por ciento, Serbia con un 20 por ciento y Armenia, con un 17 por ciento.
Dentro de las economías avanzadas, España seguirá colgándose el sambenito como el país donde la lacra del desempleo seguirá haciendo mella a nivel social. Nuestros vecinos portugueses contarán con una tasa de paro del 10,7 por ciento mientras el desempleo en Italia tocará el 11 por ciento. En Francia el paro se situará en el 9,3 por ciento y en Alemania el 4,7 por ciento, una décima por detrás de Estados Unidos.
El FMI ya alertaba esta semana que el crecimiento del producto potencial de las grandes avanzadas y emergentes ha disminuido en los últimos años, algo que hará mucho más difícil atacar las elevadas tasas de paro que asedian a algunas de las economías mundiales. En las avanzadas, esta disminución se puso en marcha ya a principios de la década de 2000 y que se ha visto exacerbada por la crisis financiera de 2008.
Fuente: elEconomista.es