La cúpula de Caja Madrid salió de la entidad vaciando las arcas que dejaba atrás, según el FROB. Los directivos inflaron las indemnizaciones que les correspondían hasta multiplicarlas por 10. Percibieron 10,5 millones cuando deberían haber cobrado 1,4.
La antigua cúpula de Caja Madrid vació las cuentas antes de abandonarla. Es lo que sugiere en su denuncia ante la Fiscalía el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) que acusa al equipo de Miguel Blesa de haber inflado hasta multiplicar por 10 sus indemnizaciones por despido. Según el informe forense elaborado por PricewaterhouseCoopers y entregado ya al Ministerio Público, los directivos de la entidad debían haber percibido una indemnización tras su baja de 1,4 millones de euros. Por el contrario, se concedieron a sí mismos unas compensaciones de 10.502.482,7 euros.
El desfase de 9,1 millones de euros supone 6 de cada 10 euros de los presuntos pagos irregulares detectados por el FROB que ascienden, en total, a 14,8 millones de euros. La revisión afecta a cuatro ejecutivos concretos de la entidad que cobraron por orden de retribución las siguientes cantidades en 2009 y 2010:
Enrique de la Torre: Mano derecha de Blesa y secretario del consejo de administración de la entidad, percibió en el año 2009 una indemnización por despido de 4.655.523 euros. El contrato ha sido revisado por el FROB porque establecía el cobro de dos veces su salario anual y un bonus hasta sumar esa cifra. La investigación analiza si, además de la irregularidad del pago, pudo haber irregularidades en su tributación ya que –según publicó Expansión—De la Torre gozó de una exención del 40% de ese dinero ante Hacienda pese a que esa deducción había sido eliminada por la Agencia Tributaria.
Miguel Blesa: presidente de Caja Madrid, se anotó una indemnización por cese de 2.725.500 euros que elevaron a 12,7 millones de euros la cuantía que el dirigente de la caja cobró en los años investigados por el FROB, según revela el informe forense elaborado por PwC.
Ricardo Morado: Ex director general de la entidad percibió una compensación por su salida de la caja de 1.958.224,24 euros. Morado está siendo investigado doblemente porque a él se atribuye buena parte de la operativa de las tarjetas black de la entidad en las que él fue el segundo que más gasto y de las que obtuvo 360.000 euros en efectivo.
Juan Astorqui: fue director de comunicación de la entidad y ex vicepresidente de Burson Masteller, percibió una indemnización de 1.163.235,42 euros, detalla el informe de PwC entregado al FROB.
Aunque el informe forense no es categórico, la sospecha que se cierne sobre esos contratos es que los directivos de la entidad podrían haber pactado «falsos despidos» para alegar un despido improcedente y percibir su indemnización cuando realmente se trataba de bajas pactadas o incluso voluntarias por las que no habría derecho a percibir esas cantidades.
La Fiscalía Anticorrupción está revisando ya tanto los llamados «pactos de no concurrencia» como los bonus e indemnizaciones que percibieorn esos directivos por su salida así como todas las demás fórmulas de pago que percibieron esos cuatro directivos en los años 2009 y 2010. Enrique de la Torre cobró en total en el año de su salida de la entidad 5,2 millones de euros.
También en 2010 se repitieron situaciones similares, que afectaron al propio Miguel Blesa, a Ricardo Morado y a Juan Astorqui. También en esos casos, el FROB denuncia «posibles irregularidades en la extinción de sus contratos» que les supusieron ingresos entre lo 3,5 y los 1,37 millones de euros en aquel ejercicio.
La Fiscalía se pronunciará previsiblemente a favor de tramitar esa denuncia en próximas fechas pese a que, inicialmente, el Ministerio Público optó por archivar esa misma denuncia.
Fuente: vozpopuli.com