La Comisión Europea autorizará este miércoles una inyección de alrededor de 37.000 millones de euros del fondo de rescate (MEDE) a los bancos españoles nacionalizados (Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia Banco y Banco de Valencia) para garantizar su viabilidad, según ha confirmado el ministro de Economía, Luis de Guindos.
A cambio, exigirá a las entidades fuertes reducciones de su tamaño (que implicarán cierre de oficinas y despidos) y restricciones en su política comercial para compensar las distorsiones de competencia provocadas por la ayuda. Los bancos tendrán hasta cinco años para realizar las desinversiones exigidas, según Guindos.
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