Lo que ha pasado en España en los últimos años dista mucho de lo ocurrido en otros países: la bonanza sirvió para acortar la desigualdad salarial y la crisis la ha disparado con virulencia debido a que la destrucción de empleo se ha cebado en la parte de media de la escala salarial, mientras que en la expansión a lomos del boom inmobliario generó una enorme demanda de trabajadores jóvenes y de baja formación, que ganaron en riqueza y estrecharon la distancia respecto al empleo más cualificado. Los hombres han sufrido más fluctuaciones que las mujeres porque estas han participado muchos menos en la ascensión y caída de la fiesta del ladrillo.
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http://economia.elpais.com/economia/2012/10/23/actualidad/1351013082_848359.html